lunes, 12 de enero de 2015

Papel mojado

  Según las últimas estimaciones son en torno a 4.000 las muertes del último año a consecuencia de la Hepatitis C en nuestro país. Existe un fármaco que se llama Sovaldi y que garantiza su curación en un porcentaje del 90%. Entonces, ¿por qué no se receta a afectados por tan terrible enfermedad? Sin duda por su elevado precio. Los gobernantes actuales, siendo como son esclavos de la disciplina presupuestaria a mayor gloria de la sra. Merkel, prefieren no desviarse una coma del guión escrito en Bruselas. Y siendo como son los mercados quienes cortan el bacalao del capital sin dejar margen de maniobra a los políticos (mejor no inmiscuirse en negocios de calibre superlativo), sus representados sufren en carne viva el escarnio de ser considerados meros comparsas sometidos al imperio del dinero.

  El precio de venta del fármaco supera en más de 100 veces al de fabricación. ¿Por qué ocurre esto? Porque detrás de su comercialización por parte de la multinacional Gilead están algunos fondos de inversión -fondos buitre diría yo- muy potentes que comercian con cuanto haga falta, incluida la vida de personas con tal de obtener pingues beneficios, mientras los políticos actuales no tienen el coraje de enfrentarse al problema. La normativa permite en casos puntuales y de claro interés social, que un gobierno (USA lo ha hecho en más de 500 ocasiones con patentes de todo tipo) impugne o cuando menos logre flexibilizar la rigidez de cualquiera de ellas a fin de abaratar sustancialmente su precio de venta. Lo que ocurre es que en el asunto que nos ocupa, algunos de los inversores que están detrás son gente tan encumbrada como George P. Shultz, Secretario de Estado en la era Reegan, o Donald Rumsfeld, el todopoderoso patrón del Pentágono con el gobierno de Bush hijo, que han utilizado a las mil maravillas ese fenómeno tan común de las puertas giratorias. No obstante, la administración de Obama parece dispuesta a pedir algo más que explicaciones en cuanto al precio disparatado del medicamento.

  En España quienes rigen nuestros destinos, no se cansan de repetir una y otra vez que los afectados por la Hepatitis C tendrán Sovaldi. Lo dijo en su momento la ex ministra sra. Mato y lo ha vuelto a recalcar hace sólo unos días el sr. Rajoy, claro que las afirmaciones de nuestro presidente tienen el valor que todos sabemos. Pese a todo, como ha ocurrido infinidad de veces, se producirá con la implantación de la LOMCE y me temo que suceda en este tema tan sangrante, de momento el Gobierno no ha aprobado una dotación presupuestaria suficiente para la compra del fármaco. Ojalá me equivoque, pero es razonable pensar que una parte importante de afectados se tenga que conformar con un brindis al sol por parte de nuestros gobernantes, pues, tal vez sólo sea recetado a personas en estado crítico por aquello del ahorro mal entendido.

  Mi solidaridad y comprensión hacia los compatriotas que padecen tan devastadora enfermedad.

Las preguntas de la semana

  ¿Por qué nuestros sesudos políticos -de un color u otro, y lo resalto-, cuando están en la Oposición, tienen la fea costumbre de poner rep...