miércoles, 9 de diciembre de 2015

ESPAÑA: SIN DIAGNÓSTICO

  Si un médico no sabe o no atina con el diagnóstico del paciente, procura recetarle medicamentos que al menos alivien los síntomas de la enfermedad. El lunes pasado seguí con interés el debate entre las cuatro formaciones que aspiran a liderar el próximo gobierno y, sorpresa: salvo el sr. Iglesias, que hizo una breve alusión al cambio de modelo productivo sin aportar propuestas más allá de que nos quedáramos con lo genérico, ninguno más de los contendientes lo mencionó siquiera, que yo recuerde. Tanto la sra. Sáenz de Santamaría (qué triste que su jefe no se atreva, por puro tactismo electoral, a defender su acción de gobierno y muchos nos conformemos sintiéndonos cómodamente insensibles y ayudando así a empobrecer algo más la democracia), como el sr. Rivera y el sr. Sánchez, además del líder de Podemos, se limitaron a ejercer la medicina paliativa, proyectando medidas que alivien a los millones de compatriotas que lo están pasando mal. Es razonable esa preocupación por la justicia social, pero ninguno de los cuatro ha tocado la médula de este país que no es otra que un modelo productivo deficiente. Con el actual, la economía en el medio y largo plazo es insostenible. La actividad española está sustentada en la temporalidad (agricultura, turismo, comercio potente en fechas puntuales o construcción -una de cada cuatro empresas de nueva creación está vinculada al sector del ladrillo, y uno de cada cuatro nuevos puestos de trabajo corresponde a autónomos, muchos de ellos de tapadillo para pagar la cuota, por ejemplo, al ser contratados en la construcción, ya que muchos de los contratistas no se comprometen ahora con la cuota a la Seguridad Social, y digo yo, ¿no estaremos repitiendo los viejos errores? Ciertamente hay dos formas de hacer competir a una nación con otras de su entorno: por abajo o por arriba. Por abajo -y se ha visto a lo largo de la legislatura-, para hacerla competitiva, se aprobó una injusta Reforma Laboral impuesta por Europa que ha favorecido la bajada de salarios, el descuelgue de muchos convenios colectivos y en muchas ocasiones inseguridad jurídica para los empleados, en buena medida para blindar  la moneda común del euro; amén de ahondar en la desigualdad y en la cronificación (palabra utilizada por primera vez por una ONG tan poco sospechosa como Cáritas) de la pobreza. Después de cuatro años de sacrificios queda el legado de trabajos temporales, precarios; ha reaparecido de nuevo la emigración, algo que no se recordaba desde los tiempos de Franco; a pesar de los recortes, de los ajustes salvajes, la deuda ha crecido desde los 700.000 millones de € al billón de €; la hucha de la SS ha pasado de los 66.000 a los 34.000 millones de € y con previsión de desinflarse un poco más, ya que los  poco más de 17 millones de trabajadores no cotizan tanto como los 17 millones del 2011; y lo que aún es más dramático de todo es que por primera vez en décadas, la población de España desciende y lo va a hacer en los próximos lustros, con lo que ello comporta. La otra opción es por arriba: subiendo el salario mínimo, volviendo a la concertación laboral, apoyando políticas activas de empleo, pero, por supuesto, con un MODELO PRODUCTIVO distinto que permita bajar al 7 u 8% de paro que había en el 2007, en pleno boom inmobiliario (otro modelo económico insostenible en el tiempo y del cual parten muchos de los males de ahora mismo). Desde luego que para implementar un nuevo modelo productivo se requieren unos cuantos años, 10, tal vez 12, además de mucho dinero, porque, no lo olvidemos, nadie da duros a cuatro pesetas. Para que esto se vea más claro, yo pondría un ejemplo: ¿qué es más fácil, que el Real Madrid pague su deuda en torno a los 500 millones de € o que el Rayo pueda desembarazarse de su pasivo de 12,5 millones? Una de las reglas básicas pasaría por reindustrializar el País y así tratar de competir de igual a igual con Alemania (la gran favorecida con la distribución hecha por la UE hace años). Otra pregunta que no debiera de pasar desapercibida es ¿por qué en el País Vasco o en la misma Navarra, por ejemplo, hay un paro de en torno al 15% y en Cádiz supera con creces el 30% teniendo la misma legislación? Por la industria y que los del Norte nunca estuvieron tan expuestos al ladrillo como en otros territorios.

  Si nuestros políticos se conforman con las medidas paliativas, los ciudadanos deben de saber que no se podrán implementar porque el dinero que se genera con las estructuras actuales es escueto, y por descontado, quienes realmente llevan las riendas de la economía, los de Bruselas, no lo van a permitir. Los cuatro (no sé si uno de los vértices es el sr. Rajoy o la sra. Sáenz de Santamaría) deberían de, primero, hacer el diagnóstico certero que nos cure de una vez por todas de esta enfermedad casi incurable, y después propiciar un gran pacto de estado como aquel lejano de la Moncloa; y una vez con la unidad de acción, plantear seriamente a Europa ese cambio drástico y bien fundamentado en proyectos sólidos y de futuro, donde no entrasen dispendios para aeropuertos sin aviones, autopistas quebradas, como las madrileñas; o algunos AVEs que sabemos van a ser deficitarios siempre, además de combatir de una vez por todas esta lacra terrible llamada corrupción.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Donde dije digo...

De un tiempo a esta parte el sr. Rajoy parece decidido a enmendarse, o tal vez todo sea fruto de las elecciones a punto de caramelo. Resulta que el Presidente en funciones, allá por el año 2007, siendo el Jefe de la Oposición, decía no creer en el cambio climático porque su primo José Javier Brey, catedrático de física en la Universidad de Sevilla, era escéptico al respecto, y que él tampoco lo consideraba el desafío más importante de los siguientes años. Estamos en 2015 y ahora nos dice que "Este es un asunto en el que estamos implicados todos, o será muy difícil y complicado luchar contra el cambio climático" y que "cuando uno se equivoca lo mejor es rectificar y yo he rectificado muchas veces en la vida porque me equivoco a menudo". Lástima que esa equivocación nos vaya a costar un dinero extra y que se hayan desaprovechado  más de 6 años, en gran medida por los lobbies del sector energético, muy particularmente el de las petroleras -algo asumido y comprensible para un partido liberal y conservador, pero que no se entiende en otro social demócrata, lo que lo penaliza al no entender la ciudadanía el mimetismo con su oponente al abrazar intereses espurios sin disimulo- que esa y no otra es la verdadera razón del bandazo. Ayer lunes anunciaba en la cumbre COP21 de París una ambiciosa Ley de Cambio Climático con una batería de medidas que cuando menos llama la atención, si finalmente gana las elecciones del 20-D, claro está. Entre tanto, en estos últimos 4 años, el sr. Rajoy se ha encargado de darle la puntilla a las energías renovables porque eran muy caras, encarecían el recibo de la luz y se premiaba a quienes las utilizaban con primas inasumibles que hoy no solo se las han quitado, sino que los beneficiarios de entonces se ven abocados a hacer frente a un enorme desembolso para un particular, e incluso para empresas embarcadas en la aventura. 

  Una de las premisas para el necesario cambio de modelo productivo (verdadero lastre de la economía nacional) pasa obligatoriamente por una apuesta decidida de las energías renovables. Nadie dijo que ello fuera a salir gratis, por el contrario se requiere una fuerte inversión, salvo que queramos hacer de España un país con paro estructural del 17-18% según la CEOE. Hoy Alemania ha desbancado a España en energías renovables y es primera potencia en Europa. ¡Quién nos ha visto y quién nos ve! Veremos cuál es la siguiente rectificación de peso del sr. Rajoy, pues siempre tendrá la oportunidad de decir: Donde dije digo, digo Diego.

viernes, 27 de noviembre de 2015

No nos dejemos engañar

A poco más de 3 semanas de las elecciones generales, los partidos que compiten por hacerse con el gobierno de España, se preparan para la dura batalla de convencer a los ciudadanos de que ellos son los mejores para llevar a buen puerto la nave patria. No les importa hacer cuanto haga falta, incluso convivir con el ridículo, con tal de arañar el mayor número de votos. Me atrevo a decir que realmente no les preocupa demasiado el porvenir de quienes les van a erigir en Gobierno u Oposición, ellos solo quieren ganar a toda costa. Estoy convencido de que una abrumadora mayoría de nuestros representantes desconoce lo más esencial de la Constitución, además de, en cuanto se acaba la votación, olvidarse de que ellos no son profesionales de la política, como pueden llegar a creer, sino representantes elegidos por la ciudadania. En cierto modo es lógico su pensamiento, teniendo en cuenta que, seguramente, apenas un 10% de los votantes se preocupa de ojear los programas electorales de las fuerzas políticas. Tampoco tiene demasiada importancia nuestro desconocimiento generalizado, ya que las políticas que se van a implementar a partir de enero próximo, se parecerán muy poco a las líneas maestras esbozadas en campaña electoral.

  Es recomendable votar, y votar con la honestidad de cada uno, aunque nos equivoquemos o no. Ahora, bien, no nos dejemos engañar, no seamos ilusos. Toda la carne está vendida, y no en Madrid, sino en Bruselas. Nuestros políticos pueden prometer la Luna, el Sol o El Dorado, pero saben de sobra que no está en su mano el otorgar todos los bienes habidos y por haber a la ciudadanía. Habrá matices en las políticas que no afecten a la médula central de la economía según quien gobierne, pero el dinero no se toca; se despertarán algunas sensibilidades dormidas si hay cambio en la Moncloa, aunque serán más las palabra que los hechos; con toda seguridad se recuperará el diálogo y se alcanzarán consensos, mas apenas repercutirán en el bienestar de los ciudadanos. ¿Y por qué no veremos ese cambio sustancial? La respuesta la tenemos en Grecia y dentro de muy poco en Portugal. Con un partido radicalmente de izquierdas como Syriza, la política económica es la misma que antes de llegar al poder. En Portugal no cabe ninguna sorpresa, pues el gobierno de Costa abordará la misma receta dineraria que su predecesor. ¿Por qué ocurre esto? Por la sencilla razón de que asumiendo "el caramelo" de la moneda única, los países hemos transferido en buena parte nuestra soberanía económica y financiera. Todas las naciones que son deficitarias, y muy particularmente las del Sur de Europa, antes con monedas propias raquíticas, con poco músculo, han incrementado su deuda de manera exagerada desde 2002. Seguramente el Debe tardará décadas en desaparecer (algunos economistas hablan de las deudas de Portugal, Italia, España y  particularmente Grecia, como impagables en el largo plazo).

  El sr. Rajoy sabe que si es reelegido deberá hacer recortes en alguna partida -como lo sabía él y el sr. Rubalcaba en el 2011-, ya que con su bajada de impuestos tiene un agujero de 10.000 millones de €. La Comisión ya le ha advertido y no se ha puesto más dura porque es sensible con el actual calendario preelectoral, además de haber sido uno de los alumnos más aplicados en el Viejo Continente. Por su parte, el resto de partidos que aspiran a hacerse con el poder, son conscientes de que no podrán aplicar las políticas que plantean por la simple razón de que cuestan dinero y no lo hay o no lo quieren soltar, ¿alguien sabe algo de los 300.000 millones del célebre Plan Juncker? La política económica ahora mismo es solo una: austeridad, austeridad y austeridad, a mayor gloria de la moneda única. Es chocante que en USA, origen de la gran crisis, ejecutando políticas expansivas del gasto, haya reducido el déficit y también el paro, de manera que hoy apenas quedan vestigios del terremoto que supuso la quiebra de Lehman Brothers. También a países como Suecia, UK o Suiza, no les parece ir mal con sus propias monedas.

  Confiados, pues vale, pero no ilusos. Cuando haya pasado el 20-D, los principales dirigentes de los partidos dejarán de procesionar por los platós de televisión, no concederán entrevistas con tanta prodigalidad y dejarán de hacer el ganso porque ya habrán comida las habichuelas que les hayan regalado los españoles. El sr. Rajoy volverá a su cuartel de invierno para volver a ser el sr. Rajoy, sin esa inopinada hiperactividad que le acompaña de un tiempo a esta parte por mor de un quítame esos votos. Y si finalmente no es el sr. Rajoy el elegido, quien tenga la misión de regir el destino de España en los próximos años, empeñará su palabra en el objetivo único del déficit que le dicten los que realmente cortan el bacalao: los de Bruselas. Que no quepa la menor duda.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Preguntas sin respuestas (convincentes)

  Los partidos políticos, no cabe la menor duda, están para ganar las elecciones. Si hace algunos años, en su concepción de la política es posible que antepusieran los intereses de la mayoría ciudadana a la legítima ambición de ganar el sufragio; hoy, es mi punto de vista, prevalece la necesidad de la victoria a cualquier precio. Una de las mayores lacras que nos ha legado la actual democracia es el de los cargos de confianza y/o asesores de imagen y/o comunicación. En la incipiente democracia, el sr. Suárez apenas contaba con ellos. Tampoco el sr. Calvo Sotelo ni el sr. González se rodearon de ellos de manera exagerada. En aquel tiempo, reitero mi punto de vista, los dirigentes de los partidos políticos (añado a los señores Fraga, Roca, Carrillo, etc.) parecían menos impostados que ahora, como más auténticos; si bien, es de imaginar, también mentirían, aunque no tanto como los de ahora. Cada uno mostraba una cierta espontaneidad, con sus virtudes y defectos, pudiéndolos aceptar u odiar. 
Con el sr. Aznar comienza el salto cuantitativo para ser auxiliado por consejeros o consultores -es cierto que en la última época del sr. González y en cierta manera por los casos de corrupción, empezó a echar mano de ellos con más asiduidad-, y ya con el sr. Zapatero (55) y el sr. Rajoy (83), si bien es posible que ese número aumente conforme se acercan los próximos comicios del 20 de diciembre, se da el salto hacia la escalada, poniendo en manos de cargos de confianza la suerte o desgracia de más o menos votos. Es así como a lo largo de la presente legislatura el sr. Rajoy ha llegado a resultar grotesco en alguna de sus manifestaciones, ruedas de prensa, intervenciones parlamentarias o  incluso interpretando el remake deVerano azul, atendiendo a las rogativas de sus asesores que pretenden hacer del sr. Rajoy otra persona distinta a la que es.

  Todo esto viene a cuento porque parece que los asesores han elegido para los dirigentes populares el eslogan de que el sr. Bárcenas, e incluso el sr. Rato, solo pasaban por allí. Así que los dirigentes populares del Comité Ejecutivo a nivel nacional (ojo, no la mayoría de afiliados y mandos locales), todos a una, siempre dicen lo mismo cuando se les interpela, o sea: que ya no son miembros del Partido, ¡faltaría más! Al menos en tiempos del sr. González, el interesado decía que se había enterado por la prensa de los casos de corrupción, sin apelar a la afirmación de que el sr. Roldán ya no pertenecía al partido. Los consejeros/asesores están haciendo lo posible e imposible por hacer abstracción de las corruptelas, de manera que los escándalos les pase una factura mínima a la hora de votar.

  Sin embargo, la realidad es muy tozuda y los votantes no tan torpes; así que ahí están las preguntas que los ciudadanos de a pie nos hacemos sin que hasta la fecha se haya dado cumplida y cabal respuesta. Sin ir más lejos, quienes mandan en el PP no dicen algo convincente al respecto del pago de más de un millón de euros en dinero negro en la rehabilitación de la sede central en Génova 13. Y digo yo: ¿Está legitimado y es creíble que el Gobierno pueda perseguir a los defraudadores y pretenda concienciarnos para que paguemos las facturas con el IVA, si ellos, nuestros representantes, no lo hacen al pagar su  propia casa? En un país serio de nuestro entorno esto sería un escandalazo. ¿Con qué autoridad dicen que el sr. Bárcenas les robó? Si así es, ¿a qué dinero se refieren y de dónde procedía? Si tanta inquina tienen hacia su ex tesorero siendo como dicen un ladrón, ¿a santo de qué se le readmitió en el cargo después de imputado, y cómo es posible que dispusiera de coche, chófer, secretaria y despacho, amén de un sueldo de campanillas de más de 20.000  € mensuales, beneficios retirados cuando salieron en la prensa "los papeles de Bárcenas"? Siendo su intención la de impulsar medidas para encauzar la transparencia, ¿cómo es posible que destrozaran los discos duros en los ordenadores del sr. Bárcenas, si eran ellos los primeros en esclarecer la verdad? Si en el ánimo del PP -la ejecutiva, reitero- siempre ha estado la máxima de colaborar con la justicia, ¿por qué las autoridades judiciales se pasaron más de 12 horas registrando la sede de Génova 13, algo insólito en nuestra democracia, si no fue porque al sr. Ruz no se le facilitaba la imformación por él requerida? Si el sr. Bárcenas, como ahora el sr. Rato, son dos indeseables (por cierto ambos nombrados, uno como tesorero y otro como presidente de Caja Madrid, por el propio sr. Rajoy), ¿cómo es que el Presidente intercambiaba SMS nada edificantes con el primero? En cualquier otro lugar de la Europa Central es más que probable que al sr. Rajoy le hubiera costado el puesto.


 No quiero terminar sin decir que además del sr. Bárcenas hay otros imputados en la misma causa, como el sr. Lapuerta o el sr. Páez, lo que, cuando menos, confirma la teoría de que ha habido una presunta financiación irregular del PP/AP desde hace más de 20 años, algo que toma veracidad si tenemos en cuenta que el sr. Naseiro, tesorero en tiempos de Hernández Mancha, no llegó a ser imputado porque las grabaciones telefónicas por las cuales salía a la luz una supuesta financiación ilegal del Partido, sobornos y compra de votos (Caso Naseiro), se obtuvieron en un caso distinto y sin anuencia judicial.

  Para concluir se me ocurre una reflexión: Si está confirmado que el sr. Bárcenas no obtuvo los 48 millones € por la compraventa  en Bolsa, ni por venta de cuadros, ni tampoco le tocó la lotería; a una persona con dos dedos de frente solo se le puede ocurrir que los obtuvo de manera ilícita, o sea, contrataciones a cambio de una comisión. Si él solo fue 8 años senador, por tanto, con poco poder ejecutivo, si bien con capacidad de influir, está meridianamente claro que él no podía ser quien concediese la contratación a empresas cercanas, en todo caso sí sería el canalizador de esos dineros en negro que, presuntamente, sirvieron después para financiar campañas, encuestas de opinión, sobresueldos, y quién sabe si los 2 millones $ invertidos en la frustrada medalla del Congreso USA para el sr. Aznar, o ¿ese dispendio se pagó con dinero de todos los españoles? Pase lo que pase en las próximas elecciones, quienes nos gobiernan y/o dirigen el Partido, deberían de saber que sus representados no nos chupamos el dedo, ¿o sí?

martes, 17 de noviembre de 2015

Barbarie del 13-N-Refugiados

  El viernes 13 último se perpetraba en diversos lugares de París la mayor matanza en años a consecuencia de atentado terrorista. Desde el principio estuvo clara la autoría yihadista, algo por otra parte confirmado por los propios interesados horas después. Como cualquier otra acción por la cual se trate de subvertir la estabilidad económica, social o política de un país por medio del asesinato de seres vivos, merece la más absoluta repulsa y condena, y por ello la persecución de los autores materiales e intelectuales que han acabado con la vida de más de un centenar de personas y ocasionado heridas a más de trescientos. Sin abandonar las políticas encaminadas a proteger la seguridad de los ciudadanos y la firme voluntad de erradicar ese brote de podedumbre que es la MINORÍA disgregada del Islam, que pretende por medio de la lucha armada y amparada en la grandeza de Alá, imponer un modo de vida que ni los propios musulmanes, LA MAYORÍA, comparte, se deberían de implementar vías posibilistas de exploración sin cerrar de antemano todas las puertas.  No seamos selectivos y olvidemos que atentados como el de la capital francesa se producen casi a diario en países como Irak, Afganistán, Líbano, Libia, Pakistán o la propia Siria -de donde se deduce partió la orden de matar, si no fue desde Bélgica-, y que esos atentados van dirigidos habitualmente contra ciudadanos que comparten idéntica religión. Tampoco debemos ignorar que los millones de huidos de Siria escapan de su tierra por la guerra, pero también por el aire irrespirable que provoca una MINORÍA de sus compatriotas que pretende imponer la grandeza de la Yihad o Guerra Santa, a una MAYORÍA, incrédula ante la opción de la barbarie, algo incompatible con el Santo Corán.

   A lo largo de estos últimos días he leído y escuchado opiniones para todos los gustos en lo que atañe a la forma de actuar contra los criminales, el tratamiento a los refugiados e incluso la forma de proceder con emigrantes originarios de países musulmanes y que llevan tiempo viviendo en países de Europa. La pregunta que todo el mundo se hace es ¿cómo paramos esto? La respuesta no es nada sencilla, ciertamente. Parece haber dos vías encontradas y en las cuales se alinean más del 90 % de los ciudadanos españoles, y una tercera donde se ubica el sector de los indecisos. Obviamente las posiciones divergentes las encabeza por un lado el grupo de compatriotas partidarios de la mano dura y sin miramientos, o sea: expulsión de todos los emigrantes musulmanes, cierre total de mezquitas, intervención militar sobre el terreno sirio, y, por descontado, nada de acoger refugiados. Por contra está la facción de los partidarios de la mano tendida y la comprensión, convencidos estos de que una acción militar sobre el terreno no va a solucionar el problema, ni tampoco la expulsión de los musulmanes, y por supuesto creen en la acogida de refugiados; lo contrario, suponen, sería agravar aún mas el escenario actual de terror, en un mundo, no lo olvidemos, globalizado.

  El grupo más reducido de los no alineados comparte algo del diagnóstico de los alineados en ambas facciones, de manera que estaría conforme con no acoger a refugiados procedentes de Siria, pero no vería con buenos ojos una intervención militar sobre el terreno, recordando que la intervención militar en países como Afganistán, Libia o Siria, además de dejar un reguero de muertos, miles de civiles inocentes, ha creado pueblos desgobernados, o estados fallidos, algo que muy fácilmente podría ocurrir en Siria. Y que desde el año 2001 -atentado de las Torres Gemelas-, el terrorismo yihadista ha tenido un crecimiento exponencial.

    Evidentemente, cuando ocurre algo tan dramático como es el asesinato gratuito de cientos de personas en una ciudad tan cercana como París, lo primero que hacemos es seguir las indicaciones del corazón, de manera que impulsados por las vísceras, el ojo por ojo, no pensamos en algo distinto a la venganza, y si puede ser con saña y el mayor de los odios, mejor. Sin embargo, hay otra opción mejor, la de reflexionar fríamente con la cabeza antes de actuar. Me acuerdo ahora de un reconocido militar español, creo que era coronel, haciendo una manifestación en la que llegaba a valorar el beneficio de un bombardeo sobre la localidad donde supuestamente se escondía un comando de ETA tras haberse cargado a varios guardias civiles en la época más sangrienta de la banda durante el mandato del sr. Suárez. ¿Se imaginan lo que hubiera ocurrido de habérsele hecho caso? Por otra parte, creer que los refugiados e inmigrantes pueden traer consigo al mismo Demonio y con él el aumento del terror, es cuando menos una temeridad, pues según opinan los entendidos, quienes atentan no suelen viajar a pie o a bordo de una patera, muy al contrario lo hacen habitualmente por vía aérea.

  Generalizar es frecuente cuando se trata de simplificar un problema, y eso es algo que en nada ayuda a su resolución. Los terroristas que vienen actuando en Europa no son unos mindundis, unos pobres muertos de hambre -para perpetrar un atentado de la dimensión del de París se necesitan medios económicos y logísticos-, acaso sí sean unos pobres incultos atraídos por un mensaje radical que finalmente los vuelve fanáticos y odiosos, pero nunca hambrientos que se alojan en campos de refugiados, de acogida o simplemente se tiran a la calle. En opinión de los entendidos, el EI genera al año 2.000 millones de $. Con ese dinero reclutan a niños y hombres forzosos, a mercenarios, pagan el adiestro de los futuros combatientes, el mantenimiento de campos de entreno, financian células informativas y compran las armas en el mercado negro, etc. Tal vez es ahí donde se debe actuar, en sus vías de financiación.

  Yo, claramente, me estoy decantando por el lado del entendimiento, la concordia y el multilateralismo. Además, no me perdonaría jamás renegar de personas musulmanas con las que he trabajado y trabajo debido a mi profesión. Puedo decir que, como ocurre en España, en Francia, en Siria o en Tombuctú, hay personas, buenas y otras no tanto, y en donde yo trabajo no ocurre algo distinto.

sábado, 7 de noviembre de 2015

La deriva catalanista

   Vaya por delante que lo que está a punto de ocurrir el próximo lunes día 9 en el Parlament, es decir: la aprobación de declaración para crear el Estado de Cataluña, no ocurriría si la CUP, el partido liderado por Antonio Baños, hubiera sido consecuente con las declaraciones hechas por algunos de sus dirigentes nada más concluir la jornada electoral del 27 de septiembre, o sea: algo parecido al fracaso, ya que los ciudadanos no habían legitimado el camino del independentismo a tenor de que un 52% de los votantes no habían optado por las formaciones que abogan por el camino de la ruptura. Así que a la ilegalidad de una declaración unilateral de desconexión con el resto de España se añade el uso torticero y más dramático aún de hacer creer a la ciudadanía catalana que al tener la mayoría de escaños -caprichos de la ley D'Hondt-, no así el de votos, en torno al 48%, son ellos el instrumento catalizador para amalgamar al pueblo catalán en una novedosa realidad identitaria. Desde luego suena a divorcio del estado español, pero a mí me parece más dramática la escisión que se puede crear en la propia Cataluña.

  Claro que nada de todo esto estaría ocurriendo si hubiera imperado el sentido común desde el principio entre los políticos que rigen nuestros destinos, aquí y allá. Una crisis, y más de carácter territorial e identitario, no surge por generación espontánea, pues se va larvando con el paso del tiempo. En mi modesta opinión hay un desconocimiento generalizado de la realidad catalana, como ocurre con la vasca. Mirar para otro lado porque no se entienden algunas posiciones que divergen con una conciencia nacional, es ir levantando un muro de incomprensiones que no se explica en una nación como España, hecha de territorios diversos y hasta opuestos que no se pueden ni deben uniformar. Craso error es creer en una España única.

  En 2004 se comienza a tramitar el nuevo estatuto catalán, como por otra parte se estaba haciendo con los de otras autonomías. En 2006 se aprueba por mayoría en las Cortes Generales, como ocurre posteriormente en el Parlament de Catalunya. Finalmente, el pueblo catalán lo refrenda por amplísima mayoría ese mismo año. Pero ya por entonces, a instancias del sr. Rajoy, el PP se había puesto en marcha para recabar las firmas necesarias que legitimasen su posición en contra del recién estrenado estatuto catalán. Así que ese mismo año presentan el recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal. Lo curioso y lacerante del caso, es que alguno de los 114 artículos recurridos sobre los 223 totales, coincidían con alguno de otros estatutos, como por ejemplo el tramitado en Valencia por el PP regional, sin que el de Levante se recurriese al Constitucional. Éste falló el 28 de junio de 2010 en contra de 14 de los artículos impugnados, entre ellos el del preámbulo del estatuto al decir que "carece de eficacia jurídica el término de Cataluña como nación o realidad nacional de Cataluña". A partir de ahí y tras el bofetón desde Madrid, los partidarios del independentismo toman definitivamente las riendas del proceso.

  El daño ya estaba hecho. En lugar de tratar de llegar a acuerdos mediante el diálogo para enfriar el ambiente encrespado, el PP nacional fue echando más leña al fuego, incrementando el tamaño de la hoguera y el crecimiento incesante de independentistas a la vez que aumentaba la animadversión de muchos catalanes hacia el resto de España. Muy al contrario de lo que cabía esperar al llegar al Gobierno, el sr. Rajoy, que tenía los resortes y la legitimidad de su mayoría absoluta para allanar la brecha,  optó por su papel favorito, es decir, el de esperar sin mover un dedo hasta que ¿escampa la lluvia?

  Bien es cierto que para que el lamentable espectáculo se llevara a cabo se necesitaba la colaboración indispensable de un político tan particular como el sr. Mas y su partido CDC, formación lastrada por la corrupción que se prolonga a lo largo de más de 20 años con su financiación ilegal a través de las famosas mordidas del 3% a cambio de la concesión de obra pública a a las empresas corrompidas. Me atrevo a pensar (tal vez solo sea una ocurrencia) que el President no se hubiera echado en manos del resto de partidos independentistas, de izquierdas casi todos, de no estar atosigado por la indigestión de corruptelas que le persigue, ni por la política económica y social que tiene a su comunidad al borde del colapso. Mientras se habla de independentismo y de la identidad catalana, se hace abstracción de asuntos como el de la vida presente de sus representados o el escándalo que supone que el sr. Pujol fuera el cerebro de una familia presuntamente organizada para delinquir.

  No nos engañemos. Al sr. Mas le viene de perlas esta disputa a cuenta de lo que debe de ser Cataluña a partir del lunes. Y al sr. Rajoy le viene como anillo al dedo el desafío catalán, ya que ahora se ha puesto el traje de hombre de estado "mientras yo sea el presidente Cataluña seguirá siendo española", y para ello ha convocado a los líderes de los principales partidos en la Oposición, algo que no hizo durante 4 años. Eso sí, se resuelva por lo civil o lo militar el conflicto, que no lo olvide el sr. Rajoy, si vuelve a ser reelegido presidente, el tema catalán seguirá existiendo más allá del 20 de diciembre, no entenderlo así sería tirar más piedras contra su propio tejado. Otros 4 años de inacción pueden volverse un terremoto. Hay que dialogar, dialogar y dialogar, y si es preciso, que parece que sí, reformar la Constitución. ¿No se hizo ya en una noche y sin que los españoles nos enteráramos en el momento de la firma del acuerdo?

jueves, 3 de septiembre de 2015

De traca

No es extraño que los españoles tengamos en tan poca estima a los dirigentes políticos de hoy día, hasta el punto de considerarlos un obstáculo, más que la solución a los múltiples problemas de la sociedad actual. No es extraño que quienes dirigen el destino patrio suspendan en todas las encuestas, incluidas las del CIS, como tampoco debería sorprendernos que, ante su limitada capacidad para resolver los desafíos que el mundo globalizado plantea día sí día también, muchos de nuestros compatriotas demanden algo distinto, algo que termina fraguando en nuevas formaciones políticas. Veamos.

  Hoy me he quedado de una pieza al escuchar las palabras del sr. Rajoy, cuando en una declaración y al hilo de la imagen del niño sirio muerto en la playa, decía que Europa debería de plantearse un plan global de ayuda a la cooperación para paliar este drama humano que es el de los refugiados. Me chocó sobremanera viniendo de nuestro presidente, que se considera un hombre previsible. ¿Nos acordamos de lo que decía de las "ocurrencias" del sr. Zapatero" estando en la Oposición, a cuenta de la ahora reclamada ayuda a la cooperación, o de la tan denostada Alianza de Civilizaciones? Yo sí. A modo de recordatorio deberíamos de saber que España destinaba por entonces un aceptable 0,5 % de su PIB a la ayuda a la cooperación, hoy es de sólo un  0,1 %. Pero, por si lo desconocemos, también Europa ha reducido drásticamente el presupuesto destinado al efecto. Los políticos de la actualidad, españoles y europeos, parecen ignorar el fenómeno de la globalización, al menos en lo que atañe a los seres humanos, y es de una tremenda irresponsabilidad, porque el hambre y las guerras empujan a sus víctimas a los mayores extremos de arrojo con tal de abandonar el infierno que padecen. Pero ellos si parecen estar más preocupados con todo lo que concierne al dinero: extremadamente liberales con el poder económico y conservadores con la sociedad en su conjunto. Lástima de esta vieja Europa que ha antepuesto los intereses crematísticos a la dignidad humana. ¡Qué cortedaz de miras! Sólo cambian el discurso cuando ven llegar al lobo. ¡Es de traca!

domingo, 1 de febrero de 2015

EL ENFERMO

   En la película John Q, un padre, interpretado por Denzel Washington, se ve obligado a tomar la decisión radical de secuestrar un hospital, con el firme propósito de salvar la vida de su hijo, que padece insuficiencia cardiaca y necesita un trasplante urgente. A pesar de tener seguro médico, éste no cubre el coste total de la intervención que está valorado en 250.000 $, por haberse abaratado, al cambiarle su empresa el contrato a tiempo completo por otro a media jornada. Incapaz de reunir el dinero, opta por la huida hacia adelante.

  Hace hoy una semana, el pueblo griego decidía una "huida" a la desesperada con tal de salir del bucle en el cual está metido desde hace 7 años, si no son muchos más. El enfermo de Europa, como a veces se le denomina, ha dado su confianza a Syriza, un partido de izquierdas sin medias tintas que está decidido a buscar la salud de su patria al precio que sea. En estos últimos años los remedios paliativos no han dado el fruto apetecido y hoy, a pesar de la opinión de los galenos, Grecia está, cuando menos, igual de desmejorada que al estallar la crisis, aunque es lógico pensar que esté peor, pues el déficit no ha dejado de crecer hasta el 175 % de su PIB, y gran parte de su población se ha visto privada de una sanidad pública, abocada a la subsistencia con sueldos míseros y a una cobertura cada vez más reducida de sus desempleados; eso obviando la realidad de la pobreza energética de 300.000 personas que no pueden encender la calefacción o placas eléctricas. Alexis Txipras ha pensado que por encima de la macroeconomía está la vida y dignidad de sus ciudadanos, y plantea un nuevo escenario abiertamente enfrentado a la ortodoxia económica de Bruselas. Cualquiera de nosotros, pienso yo, haría todo cuanto estuviera en la mano para salvar la vida de un hijo, hasta el punto de poner en riesgo la vida propia; el presidente electo es lo que está haciendo, sin importarle lo que pueda opinar el resto de europeos, pues para él lo prioritario es aliviar la emergencia social de su país.

  Conviene recordar que Grecia está casi desahuciada, entre otras cosas porque Goldman Sachs asesoró al gobierno conservador de entonces para maquillar los déficits reiterados. Con la crisis, la entidad financiera tuvo el beneplácito de las autoridades del gobierno Bush para pasar de banco inversor a comercial. Tampoco se puede olvidar que las 3 grandes agencias de calificación, Standard & Poor's, Moody's y Fitch, que forman un oligopolio con el control del 90 % del sector, hasta 4 días antes de la "deflagración" de Enron, calificaban la salud económica de esta empresa energética como satisfactoria, a pesar de tener conocimiento de sus dificultades desde meses antes. O que previamente a la semana del hundimiento de Lehman Brothers, estas agencias de calificación neoyorquinas valoraran positivamente a esta entidad, hasta el extremo de hacerla poseedora de un gran músculo.

  Hablando de Lehman Brothers, convendría no olvidar, además de recordarle al sr. De Guindos, que él era su representante para Europa, y que debía de estar al corriente, digo yo, de las actividades, si no prohibidas, escasamente éticas de esa entidad, como la implementación de los bonos hipotecarios subprime o bonos basura. Es llamativo que nuestro ministro de economía reclame los casi 30.000 millones de euros que Grecia adeuda a España, siendo él parte del sector financiero americano que con su forma de operar ha abocado al mundo entero a una crisis sin precedentes en Europa y muy particularmente a Grecia. Y es constatable además de triste, que la Europa pudiente, la del Norte, la que encabeza Alemania, siga decidida a cobrar la deuda y en los plazos previstos, cuando de sobra sabe que ahora mismo y con estas políticas restrictivas, Grecia no podrá pagarla; es más, hasta es probable que vaya aumentando; y no lo digo yo, lo dicen muchos economistas.

  A quienes desconocen o se les olvida la historia reciente, hay que decirles que nuestra nación, España, es deudora desde los tiempos de los Reyes Católicos, y que a lo largo de más de 500 años, ha dejado de pagar sus deudas en muchas ocasiones, empezando por la era de Isabel y Fernando, siguiendo por la época de la Restauración, donde los partidos Conservador y Liberal se relevaban en el poder mediante elecciones amañadas; y acabando por la más reciente del dictador Franco.

  Pero si esto ha sido así, no es menos cierto que -antes de ir al meollo-, cuando Alemania superaba el déficit del 3 % y España tenía superávit, nadie le dijo a sus políticos que el país debía de apretarse el cinturón; es más, parece que en la historia de Alemania, causante de las dos Guerras Mundiales, no sólo no se le dijo nada al respecto, sino que se le perdonó gran parte de su deuda generada por sus ansias belicistas del pasado siglo. Veamos.

  Tras la finalización de la I Guerra Mundial, a Alemania se le condonó nada menos que el 98 % de su deuda. Algunos años después de concluir la II Guerra Mundial, concretamente en 1953, países como España, ¡Grecia!, y por encima de todos USA, llegaron a un acuerdo en Londres para perdonar el 62,6 % de su deuda, que alcanzaba los 38.800 millones de marcos de la época y que le abocaba a la quiebra. Además se dilataba en el tiempo el pago de la deuda restante, de manera que Alemania acabó de pagarla hace nada, en 2010. Gracias a esa altura de miras los países acreedores cobraron su dinero y Alemania pudo prosperar hasta ser hoy reconocida como la locomotora de Europa.

  Probablemente, de no existir el corsé de la moneda única que todos conocemos como Euro, se hubiera sido mucho más flexible con Grecia, también con Portugal, España y ahora con Italia. A un país tan claramente exportador como es Alemania, y que su mercado mayoritario está en Europa, le conviene la pervivencia de la moneda, viniéndole de perlas cobrar sus productos en algo tan sobrevalorado como es la moneda única.

  Por último, resaltar lo obtusos que son nuestros representantes europeos. LLevamos 7 años con las mismas políticas austeras que sólo tienen en el horizonte la mirada bienintencionada de la macroeconomía. No son capaces de ver que Europa se está volviendo vieja, achacosa; que esas políticas de corte guerrero/prusiano sólo llevan al empobrecimiento de la población y a su consiguiente disminución, pues los ciudadanos, aquellos que podrían traer hijos al mundo, no lo van a hacer. En el caso particular de España ocurre otro tanto: por primera vez en décadas empieza a perder habitantes por la emigración, nulo crecimiento vegetativo, el abandono de los pueblos (no es de extrañar con la nula inversión en lo rural y la reforma insufrible de las entidades locales), o el irrisorio apoyo a las familias.

  John Q buscó una salida a la desesperada para su hijo enfermo. Alexis Tsipras está haciendo lo propio para un país moribundo, al cual, me temo, le han dado durante años la medicina equivocada y pretenden seguir dándosela.



lunes, 12 de enero de 2015

Papel mojado

  Según las últimas estimaciones son en torno a 4.000 las muertes del último año a consecuencia de la Hepatitis C en nuestro país. Existe un fármaco que se llama Sovaldi y que garantiza su curación en un porcentaje del 90%. Entonces, ¿por qué no se receta a afectados por tan terrible enfermedad? Sin duda por su elevado precio. Los gobernantes actuales, siendo como son esclavos de la disciplina presupuestaria a mayor gloria de la sra. Merkel, prefieren no desviarse una coma del guión escrito en Bruselas. Y siendo como son los mercados quienes cortan el bacalao del capital sin dejar margen de maniobra a los políticos (mejor no inmiscuirse en negocios de calibre superlativo), sus representados sufren en carne viva el escarnio de ser considerados meros comparsas sometidos al imperio del dinero.

  El precio de venta del fármaco supera en más de 100 veces al de fabricación. ¿Por qué ocurre esto? Porque detrás de su comercialización por parte de la multinacional Gilead están algunos fondos de inversión -fondos buitre diría yo- muy potentes que comercian con cuanto haga falta, incluida la vida de personas con tal de obtener pingues beneficios, mientras los políticos actuales no tienen el coraje de enfrentarse al problema. La normativa permite en casos puntuales y de claro interés social, que un gobierno (USA lo ha hecho en más de 500 ocasiones con patentes de todo tipo) impugne o cuando menos logre flexibilizar la rigidez de cualquiera de ellas a fin de abaratar sustancialmente su precio de venta. Lo que ocurre es que en el asunto que nos ocupa, algunos de los inversores que están detrás son gente tan encumbrada como George P. Shultz, Secretario de Estado en la era Reegan, o Donald Rumsfeld, el todopoderoso patrón del Pentágono con el gobierno de Bush hijo, que han utilizado a las mil maravillas ese fenómeno tan común de las puertas giratorias. No obstante, la administración de Obama parece dispuesta a pedir algo más que explicaciones en cuanto al precio disparatado del medicamento.

  En España quienes rigen nuestros destinos, no se cansan de repetir una y otra vez que los afectados por la Hepatitis C tendrán Sovaldi. Lo dijo en su momento la ex ministra sra. Mato y lo ha vuelto a recalcar hace sólo unos días el sr. Rajoy, claro que las afirmaciones de nuestro presidente tienen el valor que todos sabemos. Pese a todo, como ha ocurrido infinidad de veces, se producirá con la implantación de la LOMCE y me temo que suceda en este tema tan sangrante, de momento el Gobierno no ha aprobado una dotación presupuestaria suficiente para la compra del fármaco. Ojalá me equivoque, pero es razonable pensar que una parte importante de afectados se tenga que conformar con un brindis al sol por parte de nuestros gobernantes, pues, tal vez sólo sea recetado a personas en estado crítico por aquello del ahorro mal entendido.

  Mi solidaridad y comprensión hacia los compatriotas que padecen tan devastadora enfermedad.

Las preguntas de la semana

  ¿Por qué nuestros sesudos políticos -de un color u otro, y lo resalto-, cuando están en la Oposición, tienen la fea costumbre de poner rep...