lunes, 14 de enero de 2019

Las amistades peligrosas de Santiago Abascal

  ¿Alguien sabía que Santiago Abascal lleva pistola? Me quedé de una pieza al escuchar que el líder de Vox se acompaña de una Smith & Wesson desde hace años, cuando se protegía de ETA. Lo llamativo es que lo siga haciendo ahora, cuando han pasado más de 7 años desde la renuncia de la banda armada a la violencia. Creo que este dato puede arrojar luz sobre la verdadera personalidad del vasco de 42 años que, un lejano noviembre de 2013 abandonaba el PP de malas formas -tras dejar el chiringuito sin actividad alguna de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la Comunidad de Madrid y por el que cobraba 82.000 € anuales, tras su caída en desgracia en el PP vasco, y la abrupta carta de despedida responsabilizando al sr. Rajoy de buena parte de los males del Partido- para dos meses más tarde enrolarse en una aventura llamada Vox.


  No sé con certeza si algún otro político de los actuales también se protege con arma de fuego, lo ignoro, aunque quiero pensar que no. Tenía su sentido en la época del plomo, cuando muchos políticos estaban amenazados de muerte. Más de uno, además de los escoltas, la guardaba bajo la americana o el abrigo invernal. Pero no era mi intención quedarme con lo "anecdótico" y sí indagar en la conexión del líder de la extrema derecha española con otras fuerzas internacionales de su mismo espectro político.


     Al sr. Abascal no le tiembla el pulso a la hora de ensalzar las virtudes de dirigentes como Salvini, Orban, Le Pen o el mismísimo Trump. Aquí habría que añadir a Putin, aunque me imagino que no lo menciona por una cierta connotación negativa de otros tiempos. Y ciertamente no es ninguna casualidad que el bilbaíno comparta buena parte del ideario ideológico del millonario americano, salvando las peculiaridades patrias de cada cual, no en vano, la conexión está más que acreditada. Steve Bannon, ex jefe de campaña de Trump, es quien en la andaluza puso todos los resortes de su capacidad organizativa en manos de Vox, no haciendo ascos a la difusión de fakes news o noticias falsas, hoy tan frecuentes, y que se propagan a velocidad de vértigo en los medios audio visuales y escritos, fundamentalmente en las redes sociales -hoy es el partido español más seguido en Instagram-,  lo mismito que circularon en USA durante la campaña presidencial de 2016 con la decisiva participación de Rusia. Steve Bannon que volverá a ser asesor principal de Vox para la campaña de mayo de las europeas, es también hoy, domiciliado en Europa, consejero preponderante de movimientos de ultra derecha y que él denomina "The Movement", movimiento bendecido en privado por el gobierno de Putin y no ensalzado públicamente para no inquietar, que hará lo indecible por erosionar y desestabilizar la unidad del Viejo Continente, a fin de recuperar el dominio e influencia que tuvo durante los tiempos de la Guerra Fría. Al fin y al cabo, aunque traten de disimular, la Casa Blanca y el Kremlin comparten el objetivo de laminar la UE y recuperar su prestigio perdido: América y Rusia lo primero, sin perder de vista los buenos negocios que el presidente americano ha mantenido y probablemente aún mantiene en la antiguamente enemiga acérrima.


  Conviene recordar que el sr. Abascal, admirador indisimulado del sr. Aznar, esgrimió como una de las varias causas para abandonar el PP, la de que se hacía muy poco por extirpar la corrupción, algo por otra parte irrefutable. No obstante, lo que no le he escuchado jamás, es admitir que la mayoría de las corruptelas se produjeron durante el gobierno del madrileño al socaire de la burbuja inmobiliaria, que a él mismo, y con el beneplácito de la sra. Aguirre, le permitió vivir a cuerpo de rey de las mamandurrias o redes clientelares de las que ahora abomina. Como es un contrasentido que su partido, que quiere liquidar el sistema autonómico y reniega de la UE se presente a las elecciones andaluzas y en mayo a otras muchas regionales, además de las europeas. Sin embargo, todo esto que digo, sí tiene su sentido bajo el prisma del pensamiento univoco de una reacción que se ha instalado en la extrema derecha europea, en USA y en Rusia, de luchar a brazo partido, cada uno a su manera,  por desbaratar la Unión Europea, algo que por otra parte se han ganado a pulso durante estos últimos 10 años los gerifaltes de Bruselas.


  De ahora en adelante, convendría saber con quién nos estamos jugando los cuartos, además de con Steve Bannon. El pacto de Andalucía no ha hecho otra cosa que dar las credenciales a un partido ultra que juega con la ventaja del descontento generalizado hacia la política y los políticos. Una de las claves para entender el auge de la extrema derecha en Europa y España, viene propiciada por la pésima gestión de la crisis económica que se ha hecho desde Bruselas, provocando tanta pupa en el sur continental, haciendo, como casi siempre, que el peso de los recortes recayera fundamentalmente sobre los más desfavorecidos, propiciando la lógica de una desigualdad extrema que amenaza con laminar a buena parte de la clase media y que no se conocía desde hacía muchos años. Si Bruselas no rectifica, es posible que los ciudadanos europeos le hagan rectificar por las bravas y ya sea demasiado tarde para transitar por el camino de la democracia. Y a la Socialdemócrata habría que decirle sin tapujos, que buena parte de responsabilidad por el auge de partidos ultras se debe a su connivencia con las élites económicas y fuerzas conservadoras que han impuesto un destino económico sin la mínima discrepancia, renunciando a sus máximas fundacionales, y por tanto incapaz de dar respuesta, o al menos intentarlo, a los muchos problemas de la ciudadanía, la cual no admite/entiende el crecimiento exponencial de millonarios y de pobres a un tiempo. Lo vuelvo a repetir: cuando uno abraza el ideario económico de otras fuerzas políticas renunciando a sus principios ideológicos, lo más natural es que el votante elija a la fuerza original y no a la copia.


  La extrema derecha nacionalista - todos los partidos que la integran lo son, pues condenan sin paliativos la globalización y todo lo que ello conlleva- siempre tiene su apogeo en momentos de crisis económicas. No hay que olvidar lo que vino tras el crack del 29, desencadenando la II Guerra Mundial, con el preámbulo del fallido golpe de estado y posterior Guerra Civil en España; si bien aquí, a la crisis económica que afloró hacia 1933-34, habría que añadir otras causas. Todo esto convendría no olvidarlo. Como tampoco debería de ignorar C's que esa postura cómoda e indolente de mirar para otro lado en la confianza de abrazar el nacionalismo español junto a Vox, a la larga le puede pasar factura, como le ocurrió a sus correligionarios de UPyD.


  Hay que desear que esa postura de defensa o ataque, según se mire, que esgrime el sr. Abascal jactándose de llevar pistola, no sea una nueva evidencia de que las posturas se empiezan a radicalizar, lo cual no nos llevará a nada bueno. Si los políticos en general, todos, no dejan de atender más a las encuestas del momento que a los problemas reales de España, si siguen más preocupados por conquistar el poder que a hacer la vida más soportable a sus compatriotas,  me temo que esto puede acabar fatal.

 

Las preguntas de la semana

  ¿Por qué nuestros sesudos políticos -de un color u otro, y lo resalto-, cuando están en la Oposición, tienen la fea costumbre de poner rep...