jueves, 3 de septiembre de 2015

De traca

No es extraño que los españoles tengamos en tan poca estima a los dirigentes políticos de hoy día, hasta el punto de considerarlos un obstáculo, más que la solución a los múltiples problemas de la sociedad actual. No es extraño que quienes dirigen el destino patrio suspendan en todas las encuestas, incluidas las del CIS, como tampoco debería sorprendernos que, ante su limitada capacidad para resolver los desafíos que el mundo globalizado plantea día sí día también, muchos de nuestros compatriotas demanden algo distinto, algo que termina fraguando en nuevas formaciones políticas. Veamos.

  Hoy me he quedado de una pieza al escuchar las palabras del sr. Rajoy, cuando en una declaración y al hilo de la imagen del niño sirio muerto en la playa, decía que Europa debería de plantearse un plan global de ayuda a la cooperación para paliar este drama humano que es el de los refugiados. Me chocó sobremanera viniendo de nuestro presidente, que se considera un hombre previsible. ¿Nos acordamos de lo que decía de las "ocurrencias" del sr. Zapatero" estando en la Oposición, a cuenta de la ahora reclamada ayuda a la cooperación, o de la tan denostada Alianza de Civilizaciones? Yo sí. A modo de recordatorio deberíamos de saber que España destinaba por entonces un aceptable 0,5 % de su PIB a la ayuda a la cooperación, hoy es de sólo un  0,1 %. Pero, por si lo desconocemos, también Europa ha reducido drásticamente el presupuesto destinado al efecto. Los políticos de la actualidad, españoles y europeos, parecen ignorar el fenómeno de la globalización, al menos en lo que atañe a los seres humanos, y es de una tremenda irresponsabilidad, porque el hambre y las guerras empujan a sus víctimas a los mayores extremos de arrojo con tal de abandonar el infierno que padecen. Pero ellos si parecen estar más preocupados con todo lo que concierne al dinero: extremadamente liberales con el poder económico y conservadores con la sociedad en su conjunto. Lástima de esta vieja Europa que ha antepuesto los intereses crematísticos a la dignidad humana. ¡Qué cortedaz de miras! Sólo cambian el discurso cuando ven llegar al lobo. ¡Es de traca!

Las preguntas de la semana

  ¿Por qué nuestros sesudos políticos -de un color u otro, y lo resalto-, cuando están en la Oposición, tienen la fea costumbre de poner rep...