Todos somos entes políticos. Nuestras acciones tienen cierta carga ideológica aunque no reparemos en ello. Los políticos deben de preservar el bien común y corregir en lo posible las tendencias contrarias, y sus representados tenemos la obligación de velar, de vigilar siempre sus decisiones, sobre todo aquellas que vulneran la cohesión de la sociedad. Nadie es apolítico, otra cosa bien distinta es no participar activamente en política. Conviene tener los ojos bien abiertos.
lunes, 3 de junio de 2019
Yo acuso
Trump está dispuesto a recuperar a todo trance el prestigio de antaño, y ha decidido que China es un enemigo capital para sus intereses y también Japón, sin pararse a pensar que entre ambos países atesoran más del 30% en bonos de la deuda americana. La insensatez de disparar a cualquier obstáculo para "su bienestar" alcanza a nuestra UE, a su vecina Canadá y ahora a la pobre y vapuleada México. El resultado final es una incógnita, aunque nos podemos temer lo peor.
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