martes, 8 de marzo de 2016

El fiel de la balanza

  Uno de los problemas más acuciante pendiente de resolución es el de la Justicia. España es uno de los países que más litiga, y por ello debería dotarse a la Judicatura con los medios y recursos indispensables para hacer eficiente su cometido. Muy al contrario, en la última legislatura, el PP optó por reducir en más de 1000 los jueces sustitutos que reforzaban los distintos juzgados y tribunales, además de no ampliar el número de estos, insuficiente a todas luces. De la Justicia se ha dicho, no sin razón, que es lenta, lo cual propicia que a veces deje de serlo. A fin de abordar la agilidad y toma de resoluciones en plazo razonable, en la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, el tiempo para investigar causas complejas o farragosas, queda reducido a 18 meses con posibilidad de ampliación a 18 más. Una gran mayoría de jueces y magistrados no están de acuerdo con la medida, por la sencilla razón de que es materialmente imposible cerrar investigaciones donde puede haber recursos, recusaciones, comisiones rogatorias que se pueden demorar si no hay voluntad de cooperación, escuchas telefónicas que requieren muchos días de paciencia y el permiso del pertinente juez; sin olvidar que en nuestra Constitución, la Justicia quedó consagrada como garantista, y así debe ser. Por tanto, si el Gobierno en funciones tiene a prácticamente la totalidad de la Judicatura en pie de guerra por este asunto, solo cabe ser mal pensado y deslizar la hipótesis de que, muy al contrario de sus declaraciones de sacar las leyes más transparentes de toda la democracia, parece como si trataran de entorpecer la acción de la justicia en asuntos de corrupción que salen día sí día también. Con la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal, es difícil de imaginar la realidad de macrocausas como Gürtel, Papeles de Bárcenas, Eres de Andalucía o caso Pujol.


   La realidad de la mayoría de los juzgados españoles no difiere en demasía a esta imagen; y si alguien es escéptico, le invito a visitar cualquiera. La Justicia, a pesar de algunos avances, sigue trabajando con legajos, escaso personal (auxiliares, secretarios, jueces) y con la sensación de estar valorados muy por debajo de su justa medida. España es hoy uno de los países con menos jueces (no llega a 5000), teniendo que llevar a un tiempo causas complejas y otras más sencillas que nada tienen que ver.

Lo más lacerante es que no generamos los medios suficientes para modernizarla de una vez por todas, por la sencilla razón de que España, sumida como está en el actual Modelo Productivo, de volatilidad y temporalidades, con escaso valor añadido del producto final, no genera el capital suficiente para dotar a la dama de la espada y la balanza con los medios suficientes; claro está que tampoco a las pensiones, sanidad, etc.

  Para pasmo de los ciudadanos de a pie, la cúpula del PP y nuestro Gobierno en Funciones, dijeron que recuperarían las 1000 plazas de Jueces Sustitutos, y que ahora se descubren muchos más casos de corrupción que nunca gracias a sus medidas. ¿Es que en las dos últimas legislaturas del sr. Felipe González no se destapaban casos de corrupción casi a diario, como ahora?

  Despoliticemos de una vez la Justicia, dejemos que trabaje sin intromisión, sin meterle prisa; pero, por favor, dotémosla de los recursos y personal adecuado y mimémosla. Lo contrario es la injusticia.


4 comentarios:

  1. Donde hay justicia, no hay pobreza. Kung FuTse, Confucio

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  2. Donde hay poca justicia es grave tener razón. Francisco de Quevedo

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  3. El justo, para ser justo, no tiene que ser injusto con los injustos pero tiene que rebelarse contra la Justicia injusta. Rafa Dedi

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  4. Es mejor sufrir una injusticia que cometerla. Sócrates

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